El obispo Sebastià ha celebrado el cuarto aniversario del inicio de su ministerio pastoral en Mallorca, después de que ejerciera durante un año como administrador apostólico. Presidió la Eucaristía en acción de gracias en el Santuario de Lluc, donde también se celebró la sesión del Consejo Presbiteral.
En la homilía, el obispo se dirigió a los participantes de la celebración hablando del mandamiento del amor, y como “en conjunto y de forma colectiva, tenemos que responder, movidos por la fe y el amor, a la pregunta de Jesús, “me amas?”. Y pidió a los presentes que respondieran “como comunidad”, afirmando que “si lo hago con vosotros, de corazón, me veo con el coraje de responder que sí, afirmativamente, aunque sea desde la debilidad de una forma de amar que no llega a la altura de la forma de Jesús”.
Asimismo, Mons. Taltavull leyó las Bienaventuranzas de los obispos que hace el Papa Francisco, compartiéndolo como misión también para los sacerdotes. Entre otros, el Papa dice “bienaventurado el obispo que obra la paz, que acompaña los caminos de reconciliación, que siembra en el corazón del presbiterio la semilla de la comunión, que acompaña a una sociedad dividida por el sendero de la reconciliación, que toma la mano de cada hombre y cada mujer de buena voluntad para construir la fraternidad. Dios lo reconocerá como su hijo”. Las Bienaventuranzas completas se pueden consultar en el PDF adjunto.
Ha acabado alentando a los asistentes a “seguir trabajando en todo lo que nos hemos propuesto, estar junto a la gente y vivir nuestra pastoral como una pastoral de proximidad y ternura”.
La Eucaristía ha concluido con la incorporación del coro de los Blauets de Lluc para cantar todos juntos La Salve y dar gracias a la Mare de Déu de Lluc e invocar su protección.
Acto seguido el obispo invitó a comer a los asistentes del Consejo Presbiteral (donde también están incluidos el Consejo Episcopal, los Arciprestes y el Colegio de Consultores), así como los miembros Consejo de Asesores.