Iniciamos el curso pastoral de la mano de la Virgen

Este fin de semana celebramos la fiesta de la Virgen de Lluc, nuestra patrona, y la invocamos para que nos acompañe a lo largo de un tiempo en que queremos ser fieles al encargo de su Hijo, Jesús, de hacer presente el Evangelio como hoja de ruta de nuestro caminar cristiano por los lugares de nuestra tierra de Mallorca. Sintámonos enviados a hacerlo confiando en que el Señor y su Madre nos acompañan y comprometidos caminando juntos, sinodalmente.

Hace cinco meses comencé la visita pastoral visitando tres arciprestazgos con sus correspondientes parroquias, y ahora la retomo haciéndome presente en los otros tres. Es una gozosa experiencia de proximidad y diálogo con las distintas realidades de las parroquias, grupos, asociaciones y movimientos laicales de la diócesis y una inmejorable oportunidad para animarnos a llevar a cabo tantas iniciativas pastorales como existen y a hacernos presentes en el corazón de nuestra sociedad donde el Señor nos envía.

También a lo largo de unos meses con más de tres mil persones hemos trabajado, por indicación del papa Francisco, la fase diocesana del Sínodo. Una oportunidad privilegiada para compartir y comunicarnos cómo estamos viviendo el momento actual en nuestra Iglesia diocesana y la relación que establecemos con la realidad que nos rodea. Todo el trabajo hecho se ha sumado al del resto de diócesis del mundo y nuestra aportación como Iglesia de Mallorca ha retornado a nuestros grupos de origen para realizar a partir de ahí ahora una reflexión orientada a llevar a término las propuestas consensuadas. Ahora, se trata de actuar, aunque hay que continuarla, la reflexión ya está hecha. Os animo a que, de cara a este año, en el nuevo curso pastoral que iniciamos, demos este paso valiente y decidido, siempre a la luz del Evangelio y como signo de comunión, de participación y misión. Todos hemos tenido la oportunidad de decir una palabra, a partir de ahora tenemos la oportunidad de una actuación sencilla pero importante por hacer. Pongámoslo en manos de la Madre.

Dios todopoderoso, que quisiste que la Madre de tu Hijo, venerada en las montañas de Lluc, fuera Reina y Madre del pueblo mallorquín; concédenos que, protegidos por su intercesión, alcancemos la gloria de tus hijos en el Reino de los cielos (oración colecta de la fiesta de la Virgen de Lluc, 12 de septiembre).

Sants del dia

25/04/2024Sant Marc evangelista, sant Anià d'Alexandria, sant Pere de Betancur.

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