Animados a vivir la espiritualidad del Sínodo

A la hora de poner en marcha muchas de las actividades pastorales en nuestra diócesis de Mallorca, irá bien que todo se organice con espíritu sinodal, ya que la mayoría habéis pedido continuar con esta experiencia de caminar juntos y queréis que toda la vida de nuestras parroquias, comunidades, grupos, asociaciones y movimientos esté impregnada de este espíritu que pide empatía, solidaridad y participación. No podemos exigir nada a nadie si antes cada uno de nosotros no está dispuesto a comenzar por sí mismo. La actuación según las propuestas realizadas ha de nacer de la disponibilidad que cada uno ponga.

Este proceso que se nos propone desde ahora y con la ayuda que recibiremos para llevarlo a término, cuenta con un documento importante que nos ha llegado de la Secretaría del Sínodo y que quiere acompañar el trabajo que haremos juntos. Es la importancia que tiene la dimensión espiritual de esta acción eclesial que es el Sínodo y que tiene que ser el rescoldo que la anime y le dé consistencia y continuidad.

En la introducción del mencionado documento sinodal se dice que «uno de los aspectos más significativos del Sínodo del 2023 es el reconocimiento de que está inspirado y formado por una espiritualidad. El hecho de cultivar una espiritualidad para la sinodalidad nos ayuda a integrar nuestra reflexión teológica y ampliar nuestra experiencia de la Iglesia en la medida en la que nos comprometemos más profundamente en el proceso sinodal. En realidad, a medida que los aspectos de la espiritualidad sinodal se nos presentan, podemos llegar a descubrir en ella las maneras en que el Espíritu Santo ilumina la vida de la Iglesia, atrayendo a cada uno hacia un amor más profundo por Cristo y moviéndonos a desear una comunión, una participación y una misión cada vez mayor».

El papa Francisco ha dicho que «no basta tener un sínodo, sino que hay que ser sínodo. La Iglesia necesita un intenso intercambio interno: un diálogo vivo entre los pastores y entre los pastores y los fieles». Esto quiere decir que entre nosotros debemos hacer posible este diálogo. Tenemos muchos elementos, posibilidades y ocasiones para hacerlo. Tenemos que aprovechar cada vez que nos reunimos, que celebramos juntos, siempre que haya una oportunidad de diálogo, de compartir, de intercambiar ideas, opiniones, propuestas. Más, si en esos momentos contamos con la oración y la profundización en la Palabra de Dios como práctica habitual en grupos de reflexión bíblica, de estudio del Evangelio o de lectio divina. Se nos abren muchos caminos que tendremos que transitar animados por una espiritualidad sinodal que habremos de ir asumiendo poco a poco. Pongamos en ello confianza, interés y ganas de caminar juntos.

Sants del dia

27/04/2024Sant Simeó de Jerusalem, sant Pol·lió, Sant Pere Ermengol.

Campanyes