Saludo del obispo de Mallorca a los visitantes y turistas
En nombre de la Iglesia de Mallorca, formada por los católicos de nuestra isla, formando comunidades parroquiales y pequeños grupos de creyentes, viviendo en los pueblos y ciudades,
Os doy la bienvenida cordial a quienes visitáis nuestra isla y nuestra ciudad. Bienvenidos a nuestra tierra que os acoge con afecto y os ofrece la oportunidad de pasar entre nosotros un tiempo de felicidad y descanso, favoreciendo —como dice el papa Francisco— la cultura del encuentro, que es allí donde Dios espera una respuesta comprometida que está fuera de las categorías del mercado. Os invito a experimentar el valor de la gratuidad y el gozo de la misericordia, que es el amor con que Jesús nos ama.
Nuestro deseo es que os encontréis bien entre nosotros, que vuestra estancia sea provechosa y podáis conocer nuestros pueblos y ciudades con sus costumbres y tradiciones; disfrutad del patrimonio religioso, cultural y artístico y una ecología que clama admiración y respeto; compartid la alegría de las fiestas y todo lo que nos da identidad. Para el cristiano, y para el turista en general, visitar un templo o una iglesia —incluso admirar la belleza de la Creación— es más que un monumento cultural, es participar de la religiosidad de un pueblo, un momento excepcional que revela una Presencia, la del Dios de Jesucristo, que es todo amor.
A lo largo de vuestro recorrido, encontraréis multitud de templos maravillosos, espacios de recogimiento, donde el silencio del espíritu es ya una oración y lugar donde Alguien os espera. Dentro o fuera, dedicadle unos instantes, iniciad un diálogo interior, construid un pensamiento o haced una breve oración, un gesto de solidaridad con quien más lo necesita. Os propongo esta experiencia singular que podéis hacer en cualquier espacio religioso que ponemos a vuestra disposición. En estos lugares, sentíos como en casa y vivid el gozo de una fraternidad sin fronteras, sin exclusiones, universal.
Con todo mi afecto y bendición,
Sebastià Taltavull Anglada
Obispo de Mallorca