Un encuentro para vivir y fomentar la fraternidad

Hoy jueves, día 17 de marzo, ha tenido lugar en Pina el retiro cuaresmal de presbíteros y diáconos, un encuentro para vivir y fomentar la fraternidad. Una vez más, como en cada retiro de Cuaresma, “tenemos la oportunidad de vivir la fuerza regeneradora del arrepentimiento y del perdón”, ha explicado el obispo Mons. Sebastià Taltavull. Y es que después del tiempo de oración, se ha celebrado el sacramento del Perdón, “un gesto humilde y comunitario que nos compromete a vivir reconciliados y dispuestos a ser testimonios de unidad y de amor entre nuestra gente”, ha dicho el obispo.

El objeto de reflexión y oración ha estado tanto en el mensaje para la Cuaresma de este año como en el discurso que el papa Francisco ha dirigido al simposio «Por una teología fundamental del sacerdocio». “Hay elementos claves de conversión para nuestra vida de presbíteros y diáconos que será bueno tener en cuenta en la plegaria y en el estilo de vida”, ha afirmado el obispo Taltavull. En el mensaje de Cuaresma, el papa Francisco habla de “ser buenos sembradores y de estar siempre a punto para hacer el bien”, y “nos invita –dice el obispo–, a seguir derramando en la humanidad semillas de bien, viendo esta llamada a sembrar el bien no como un peso, sino como una gracia en la que el Creador quiere que estemos activamente unidos en su magnanimidad fecunda”. Además, se ha reflexionado sobre la proximidad a Dios, al obispo, entre los presbíteros y al pueblo, “cuatro proximidades –recordando las palabras del papa Francisco– que son una buena escuela para jugar en la gran pista a la que el presbítero es convocado sin miedos, sin rigidez, sin reducir ni empobrecer la misión. […] Las proximidades del Señor no son una carga más, sino un regalo que Él hace para mantener viva y fecunda la vocación».

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