Entre los pasados días 1 y 3 de abril los miembros de la fraternidad de la Orden Franciscana Secular establecida en el convento de los Capuchinos de Palma han celebrado sus días de ejercicios espirituales. Este año, los terciarios se han reunido en la Casa de Espiritualidad y Descanso de San Alonso Rodríguez (Son Bono) bajo la dirección del asistente de la OFS, fray Gil Parés, OFM cap., guardián del convento de Palma.

Con los ratos de reflexión, retiro y celebración habituales y que ocupaban buena parte de cada jornada, se han combinado diversos ejercicios de piedad, como una vigilia de plegaria eucarística contemplativa y el rezo de la Corona Franciscana por la Paz en Ucrania y Rusia, aprovechando la proximidad del santuario de la Virgen de la Paz en la vecina montaña de Na Burgesa. También se practicó un viacrucis por los jardines de Son Bono recorriendo las 15 estaciones que durante la Cuaresma han ido preparando cada una de las 15 provincias de la Orden Franciscana Secular de España. Nuestra zona de Baleares se ha encargado de la tercera estación.

Después de haberse superado en parte la crisis sanitaria de la Covid-19, se ha puesto énfasis estos días en intentar recuperar y reforzar los vínculos de fraternidad propios de la etapa prepandémica. Así, durante unas horas del día 2 por la tarde, se levantó el silencio y los terciarios salieron a pasear hasta la parroquia de la Transfiguración del Señor de Gènova. Sirvió para conocer su historia y patrimonio artístico, además de tener un momento de plegaria ante su sagrario y la visita espiritual al Padre San Francisco.

El complejo programa de estas jornadas aún dio lugar a dedicar un tiempo a profundizar en la figura de san Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús, que este año acogía a la Tercera Orden en su casa de espiritualidad. Cabe apuntar que este año se ha declarado Año Ignaciano al conmemorarse el quinto centenario de la conversión del gran promotor de los ejercicios espirituales. Parece que la lectura de la vida y obra de san Francisco de Asís influyó en el proceso de transformación cristiana de san Ignacio e, incluso, algunos autores defienden que podría haber sido terciario franciscano.

Al final de estos ejercicios, el hermano ministro de la fraternidad de la OFS, acompañado de otros hermanos, visitó el vecino santuario mariano de la Bonanova para agradecer a la Virgen el gozo del reencuentro con todos los hermanos y el buen resultado de las jornadas.